Dormimos casi hasta el mediodía sin preocupación, después de todo era domingo. Y como pasa casi en todos lados del mundo, los domingos nadie tiene ganas de hacer mucho, pues nosotras no éramos la excepción a la regla.
La mañana no existió, el desayuno se convirtió en un almuerzo degenerado, expendido, para colmo, por Mc. Donald’s (aunque en honor a la verdad diré que el café era muy bueno, en nada comparable con el que sirven en argentina) y si conocimos algunos lugares nuevos fue porque queríamos llegar al Trastevere sin caminar y la conexión con el tren metropolitano no era tan simple como pensábamos.
Así fue como conocimos un poco el barrio Pirámide, tampoco se crean que tanto… Firmes a nuestra idea, enseguida dimos con un bus que nos dejaba en la Boca de la Veritá, a pasitos de nuestro destino final.
Pues de no ser por lo que sigue, hoy era un día perdido… El punto es que dimos con un secreto de Estado… y pienso hacerlo público. No le tengo miedo a las represalias.
Volvimos a
Es claro que eso no nos quitó el hambre pero nos distrajo bastante. Además acompañó divinamente una larga y entretenida charla que empezó siendo entre nosotras y que luego se extendió hasta la mesa vecina ocupada por dos parejitas de españoles.
Cuando nuestros interlocutores se hubieron marchado, las aceitunas acabado y nuestras copas vaciado pedí
Si esperábamos diez minutos se abría la barra del aperitivo, solo había que entrar, coger un plato y servirse. Pagar… nada!! Pues se lo apuntan… en Roma se puede comer GRATIS tomándose solo una copa. Lo único que requiere es aguantarse los ruidos de la panza hasta las 7:30.
Lo mejor del asunto es que la hora feliz dura bastante más de una hora, nosotras tuvimos tiempo para pasar por dos lugares distintos (todavía no sabíamos si se trataba de una costumbre ordinaria como las tapas en Madrid, o era simplemente el día Nacional del bocadillo). Otro de los beneficios del asunto es que uno descubre que en Roma se pueden comer otras cosas que no sean pizza y pasta.
No se imaginan lo contentas que llegamos a casa…
No hay comentarios:
Publicar un comentario