... EL GUSTO ES MIO

Mis memorias se tomaron vacaciones... y después del descanso qué difícil es retomar...

lunes, 19 de mayo de 2008

Del mundo académico al universo festivo...

No se exactamente porqué pero, la experiencia del día anterior me había conectado de alguna manera con el mundo académico. Incluso en ciertos momentos sentí que estaba accediendo a un universo de problemáticas que podrían convertirse en un excelente estímulo para mi tesis. (Vaya esta horrible costumbre de no cerrar la bocota, se que estas declaraciones ya están oficiando en mi contra). En fin…

Sólo de curiosa (esta afección me acompaña siempre que viajo) fui a visitar la ciudad universitaria, allí me entretuve bastante tiempo. Creo que todas las veces que he entrado a predios de este tipo, a excepción del de mi propia tierra, mi gestualidad ha coincidido. Es asombro, envidia y un poquito de “por qué nosotros no podemos imitarlos”. Aclaro que no estoy hablando de contenidos, no tengo buena información sobre el asunto y, entiendo que la universidad de Buenos Aires aunque atraviese épocas malas sigue siendo considerada de excelencia en el mundo enteo. Mi reflexión es sobre disposiciones, accesos, cierto orden. Aunque se tratab de Roma y de filosofía y letra,s yo logré sentirme como en mi casa… (con lo difícil que puede ser encontrar el aula magna en nuestra facultades y ni hablar del salón de lectura que a veces ni siquiera tienen).

Volví al bar Merulana, no se si por el Wi Fi o, para seguir poniendo en orden mis pensamientos, ja ja ja. En esta oportunidad me atendió Roger que, como portaba pasaporte (cosa que me excluía de ser una posible terrorista), accedió a darme el password correspondiente.

Tener conexión a Internet implicaba ponerse en contacto con la familia y escribir… nada. No es una queja, que conste, pero como me había quedado con ganas, antes de ir al hostel pasé por el Bar Red & Black (recuerden que mi batería estaba morta, motivo por el cual la elección de mis bares era en función de tomas corrientes accesibles). Allí, después de probar mi primera ingesta del día, logré concentrarme.

Después de un largo tiempo con la mirada oscilando entre el teclado y el monitor volví a conectarme con el mundo. Lo cierto es que por allí no había mucho movimiento, había comenzado a llover nuevamente y el bar estaba vacío. Entonces comencé a charlar con el chico que atendía, Sena, que hasta el momento se divertía viendo a las chicas pasar. La siguiente la vimos pasar juntos y me dice –Espagnola. -¿Cómo sabes?

Al rato volvió a parecer en dirección contraria -¿Eres española? -País Vasco. –Yo soy argentina y a él le gustas mucho realmente.

Verónica se sentó en mi mesa y comenzó una conversa de muy buen fluir. Después de sacarme las ganas de poner en práctica el doble sentido, el chiste y el pensamiento un poco más agudo, hice que Sena también se integrara y hasta colaboré para que armaran cita. Pues tan contento estaba el crío que no dejó que pagara nada (y yo que hasta postre me había echado).

Prometiendo volver el miércoles Verónica se despidió igual que yo y salimos del bar haciendo planes para la noche (quiere decir para cuando yo terminara de cambiarme). Me esperó enfrente del albergue, yo hice lo más rápido que pude y partimos para la zona del Testaccio.

Los chaparrones siempre coincidían con mis salidas a la intemperie y esta vez era más grave porque llevaba sandalias. Llegamos al metro chapoteando, ya estábamos empapadas sin embargo a Verónica la ensartaron con un paraguas.

Cuando llegamos me di cuenta que una vez más no había elegido el mejor momento para recorrer la zona. Llovía y además era lunes, muchos lugares se encontraban cerrados, los que no estaban casi vacíos, salvo uno que acogía niñitos de Dios y otro que patrocinaba el mal gusto y la bravura. De todas formas los visitamos todos… un panameño nos dijo que no había más que esperar hasta la media noche y hacerlo en El Coyote que de haber algún tipo de movimiento sería allí. Pues es lo que hicimos y no lo pasamos nada mal.

La primera hora conversamos entre nosotras y con la gente que trabajaba en el lugar (a mi además se me secaron los pies). Después empezó el baile y el cachondeo… De principio a fin nos acompañó la cerveza y la alegría. Había encontrado una buena compañera para la fiesta!


19 de mayo

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