Día tranquilo… por la mañana cafecito y cigarrillo en el Boulevard de Strasbourg, un ratito para curiosear el mapa de la ciudad y mirar a la gente pasar. De almuerzo, bifecitos de canard con guarnición de arroz (la carne de pato es muy popular por estas tierras).
A la hora de la siesta un primer paseito con Mariu y Julia… tres mujeres visitando tiendas con estilo toulousano. Le dedicamos especial atención, y algo más de tiempo, a un local de ropa usada muy alternativo en cuanto a concepto y estética. Otra perlita, la boutique del café gourmet… Mon Dieu, el negocito que se montó Nestlé con Nespresso! Doce variedades de cafés dosificados en llamativas cápsulas de colores para utilizar en tu cafetera top, el sistema es rápido y limpito, pero también bastante caro. No se como funcionará en otros lados, pero al menos aquí, salir a por la reposición de tus descafeinados o strettos implica meterte en una tienda muy chic, que te conviden un cafecito, también algún chocolatito y que si tenés ganas puedas jugar al gran catador (ojo que si llegaras a estornudar oliendo maderitas perderías todo el glamour).
...definitivamente es así en todos lados.
Más tarde una salida de compras en solitario con misión coca light, pan y algunas cosas ricas para el apéro (aperitivo). Con la última luz del día y con objetivo vino tinto otra ronda en la que ya se sumaba Jérôme.
De vuelta en el hogar, Mariu comenzó la preparación de un rico soufflé de queso. Mientras tanto, yo me encargaba de las tostadas con queso blanco y salmón, el hombre de la casa de los tragos y la bebé durmiendo...
Nos sentamos a la mesa con un Marquis de Prada, cosecha 2004 y entonces empezó a rodar Sex and the City en el “muchas pulgadas” de la sala.

22 de Julio
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