... EL GUSTO ES MIO

Mis memorias se tomaron vacaciones... y después del descanso qué difícil es retomar...

jueves, 31 de julio de 2008

Encierro y aire libre en las mismas proporciones...

Tenía mucho para transcribir y no debía demorarlo porque corría el riesgo de perder la capacidad para comprender las anotaciones al margen, las flechas indicando inserts, los agregados de entre líneas y las supresiones. Fue un día de letras, que interrumpí solo para compartir el almuerzo con Nelly que, preocupada por mi autoencierro, tocó a mi puerta para saber si me encontraba bien. Me tomé un tiempo bastante largo para la charla porque sabía que seguiría con la tarea bastante rato más.

Pablo había escuchado de una fiesta al aire libre, textual… Otra palabra clave fue Motjuïc… y hacia allí iría la peña más tarde.

El largo camino hasta el Raval lo hice a pie y con mi libro de intercambio bajo el brazo. Ya cerca de la residencia del amigo, compré un vinito tinto y me retorcí de la bronca por no haber esperado ciento cincuenta metros más. Es que habría quedado mucho más guapo el relato si hubiera podido contar que al tomar la calle Botellas se me prendió la lamparita. Hubiera podido tomarme esa licencia, pero prefiero reservarme la composición engañosa y colorida para cuando haga mi autobiografía, esto es solo un diario de viaje, algo así como mi caja negra.

Dejé Andamios en buenas manos, con escrito que incluye fecha, y no es dedicatoria, para que continúe su ciclo vital en otro montón de manos.

Fuimos en Metro hasta plaza Espanya donde se sumaría Lizi y cogeríamos el bus del ascenso.

Montjuïc y aire libre habían sido correctísimos pero fiesta... creo que el término era demasiado pretencioso, hubiera sido mejor usar cine y punto. Pero, a pesar de las expectativas y la imaginación decepcionadas, el evento alcanzó una calificación de excelencia.

Salvo por mi bocadillo de vegetales que había perdido los vegetales por algún lado, para todo lo demás reverencia. Encontramos un buen hueco en el césped, teníamos vasitos plásticos para el vino, el primer apagón abrió paso a Salvador (Historia de un milagro cotidiano) y para coronar la película El regreso.

A Pablo y a mi nos gustaron corto y film; Lizi y Gerard hubieran preferido otro plan sin ninguna duda… pero era lo que había.

Convencer a los catalanes de que podíamos desistir del autobus para el descenso llevó su tiempo pero lo logramos. La verdad es que fue más largo de lo que los entusiastas desde el principio imaginamos pero de todas formas muy atractivo.

Para todos era una novedad… y, a pesar de las quejas, no hubo nadie que no terminara disfrutándolo.

Incluso un tramito fue musicalizado por los locales:

Baixant de la font del gat,
una noia, una noia,
baixant de la font del gat,
una noia i un soldat.

Pregunteu-li com se diu:
Mar
ieta, Marieta,
pregunteu-li com se diu:
Marieta de l'ull viu.

30 de julio

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